lunes, 15 de septiembre de 2014

Juegos antiguos que entretienen a los niños





Hay muchos juegos antiguos que si no se los enseñamos a los niños ahora y que tanto  estretuviero a  nuestros hijos cuando eran pequeños se perderán para siempre.  En esta época actual  se ve a los niños solo con los juegos modernos que hay en la computadora y con otros aparatos electrónicos que ni se sus nombres.
Antes era todo diferente , las niñas jugaban a la casita con sus muñecas, hacian sus casas y las adornaban como si fueran de verdad, alli vivian con sus muñecas y se visitaban con otras niñas que tambien hacian sus casitas. Otro juego que se ha ido perdiendo con el tiempo son los yases,  cómo se jugaba entonces, era uno de los juegos predilectos, ahora quise jugar con mis nietos y se aburriron enseguida. Otro  juego que habia era Pin pin San Agustin que consistía en sentar a los niños en hilera y con la mano tocar cada rodilla y decir: pin pin , San Agustin el hijo del rey pasó  por aca comiendo maní  a todos les dió menos a mi, la gallina pupujada puso huevos en la ramada puso uno, dos, tres etc.  para que salgas tú, y la piernas se iban doblando hasta que se quedaba alguien con una y era el que ganaba el juego  .¡ Juegos sencillos pero como entretenían!.


 Otro juego que hemos jugado siempre era el mundo un juego muy entretenido.Y así muchos juegos que poco a poco se han ido olvidando. Es una pena,
Yo no estoy en desacuerdo con el modernismo pero siento nostalgia por los tiempos antiguos donde todo era mas siemple y no había tanta maldad.

viernes, 8 de agosto de 2014

Una historia de la abuela cariñosa






Habia una vez una abuela que quería con locura a sus  nietos, eran nueve en total. Pero la tristeza que tenía la abuela es que los 9 no estaban con ella porque 5 de ellos vivían en el extranjero y ella no los podía ver sino de vez en cuando.
Cada uno tenia una manera de ser distinta, unos eran cariñosos, otros un poco  mas reservados pero de todas formas los quería igual a todos.
Un día recibió la noticia  que dos de ellos iban a venir a verla, la  abuela no sabía que hacer de tanta alegría, y quiso que los viajeros lo pasaran lo mejor posible .
Quería darles una sorpresa, decidió hacerles con sus propias manos algún regalito que les pudiera ser útil así que se le ocurrió confeccionarles unos juegos de sábanas que con todo esmero y prolijidad las hizo. Pero para esto no todo fue tan facil porque en pleno trabajo se le malogró la máquina de coser  y perdió tiempo en arreglarla y los días se acortaban en cuanto a la visita de sus nietos. Pero trabajando día y noche logró confeccionar  los juegos de sábanas que había planeado regalárselas a sus nietos.
Cuando ellos llegaron, a la abuelita se le paró el corazón por un momento de la alegría de verlos, ¡ como habían crecido! Estaban lindos y cariñosos, y cuando la abuelita los llevó a casa lo primero que hizo fue darles el regalo que con tanto esfuerzo había confeccionado. Ellos se lo agradecieron con un beso y les gustó mucho el regalo.
La abuelita pasó unos días maravillosos con sus nietos que no se le olvidarán jamás.
¡ Pero esto no es un cuento  ha sido una realidad !.

jueves, 31 de julio de 2014

Cuento para niños : El castigo mas tonto


                        
                                                     



                                                 EL CASTIGO MAS TONTO

Hubo una vez un rey que quedó huérfano siendo niño y creció rodeado de consejeros y militares que hicieron de él un rey poderoso y sabio, pero insensible. Por eso se cansaba cuando la gente hablaba con pasión de sus madres. Y a tal punto llegó su enfado que decidió darles todo el poder.
- Pues si tan buenas son las madres en todo, que gobiernen ellas. A ver cómo lo hacen.
La noticia fue recibida con gran alegría por todo el mundo, pero resultó ser un fracaso rotundo. Las cosas iban tan mal que el rey tuvo que recobrar el mando al poco tiempo. Y cuando pidió a sus consejeros que averiguasen qué había fallado, estos concluyeron que las madres siempre habían dado más importancia a los problemas de sus propios hijos que a los del reino. Y así, llegaban tarde a importantes reuniones cuando sus hijos estaban enfermos, aplazaban los juicios para acudir a recogerlos al colegio, y mil cosas más.
Al oírlo, el rey se puso tan furioso que castigó con el destierro a todas las madres del reino.
- La que quiera seguir haciendo de madre, que se vaya.Y no se quedó ni una.
Poco después, a pesar de su vuelta al gobierno, el reino iba aún peor. Preguntó de nuevo a sus consejeros y estos, tras estudiar el asunto, respondieron:
- La falta de madres ha creado un enorme problema de nutrición que está hundiendo al reino. Eran ellas las que hacían la comida.
- De acuerdo. Contratad un ejército de cocineros - dijo el rey.
Pero tras contratar miles de cocineros, las cosas no mejoraron. Esta vez los sabios encontraron una nueva razón para el desastre:
- La falta de madres ha creado un enorme problema de higiene que está hundiendo al reino. Eran ellas las que limpiaban.
No hay problema ¡Contratad un ejército de mayordomos! - respondió el rey, muy irritado.
Pero tras contratar a los mayordomos, las cosas siguieron igual. Una vez más los sabios creyeron encontrar la causa:
- La falta de madres ha creado un enorme problema de salud que está hundiendo al reino. Eran ellas las que curaban las pequeñas heridas y ahora todas se infectan y se vuelven graves.
¡¡Pues contratad un ejército de enfermeros!! - gritó furioso el rey.
Pero los miles de enfermeros contratados no mejoraron nada. Y tampoco los economistas, sastres o decoradores. Ni siquiera el descubrimiento de grandes minas de oro que permitieron al rey contratar cuantas personas quiso. No encontraba la forma de sustituir totalmente a las madres.
Hasta que un día, mientras paseaba, vio discutir a unos niños. Los había visto jugar mil veces como amigos, pero ahora discutían con tanta ira y desprecio que el rey se acercó para calmarlos.
- Tranquilos, chicos. Los amigos deben tratarse con más cariño ¿Es que por una sola pelea vais a dejar de quereros?
Los niños, avergonzados, detuvieron la pelea y se marcharon cabizbajos. Mientras se alejaban, el rey les oyó susurrar.
- Oye, ¿tú sabes qué es eso de quererse? - dijo uno.
- Sí, claro, es un invento muy moderno de un amigo de mi abuelo - respondió el otro haciéndose el experto - Nos lo enseñarán en la escuela dentro de un par de años.
El rey lo comprendió todo en un instante. Ahí estaban todos los problemas del reino: ¡nadie estaba enseñando a los niños lo que eran el amor y el cariño! Entonces pensó en quién contratar para hacer esa labor, pero no encontró a nadie: era algo que siempre habían enseñado las madres, y en eso nadie podría sustituirlas.
Y arrepentido por su injusticia y dureza de corazón, mandó buscar y contratar a todas las madres que había expulsado, pagándoles un altísimo salario solo por hacer de madres. Y en poco tiempo el reino resolvió sus problemas y superó ampliamente su antigua prosperidad.
Pero algunos tampoco tardaron tiempo en protestar al rey por estar pagando un salario a quienes harían gratis su trabajo de madres. Y el rey, para refrescarles a todos la memoria, decidió retirar su rostro de todas las monedas del reino, y sustituirlo por la imagen de una madre con su hijo, y una inscripción que decía:
“Ni este ni ningún reino serían nada sin el amor de sus madres.”

Pedro Pablo Sacristan

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