MI ABUELITA
Sentada se pasa
horas y horas y horas
no molesta a nadie
y es una reliquia que guarda mi casa.
Tiene los cabellos
blancos cual la nieve,
mi mano a tocarlos
casi no se atreve.
Me cuenta leyendas
de tiempos pasados,
y dice que entonces eran los niñitos
mucho más juiciosos
y muy aplicados.
Yo la quiero mucho,
¡pues me quiere tanto!
y este ramillete de fragantes flores
es para abuelita
porque hoy es su Santo.
(Teodoro Palacios)