sábado, 10 de diciembre de 2011

Juegos de la infancia


Quien no recuerda los juegos de la infancia, a continuación les hacemos recordar algunos de ellos para que los pequeños la pasen muy bien con sus amigos:

Si tienes hijos pequeños  te aconsejamos algunos de estos  juegos para tenerlos entretenidos


El escondite: Como su nombre bien indica, consiste en esconderse. Se puede jugar en casa. Una persona es quien se la queda, cuenta hasta el número que se haya determinado previamente sin mirar y el resto de participantes buscan un lugar donde no se les encuentre. El que cuenta ha de encontrarlos y pillarlos. Al primero que pille se la queda para la próxima vez.

La gallinita ciega: Se elige a un jugador al que vendarle los ojos y ser la gallinita ciega. Se le da vueltas hasta despistarle un poco cantándole:

-Gallinita ciega,

-¿Qué se te ha perdido?

-Una aguja y un dedal.

-Pues da tres vueltas y lo encontrarás.

-Una, dos y tres.

-Y la del revés

El resto de niños se ponen a su alrededor y pueden tocar a la gallinita. Ésta tiene que perseguir y pillar al resto de jugadores, hasta que coja a uno y averigüe de quién se trata.

El juego del pañuelo: Para jugar hay que dividirse en dos grupos, cada componente se enumera. Una persona hará de árbitro y será quien grite un número y sujete el pañuelo. Hay que estar muy atentos, cuando se escuche el número, la persona que lo tenga asignado debe salir corriendo a coger el pañuelo. Cuando llega debe intentar agarrarlo antes que su oponente y sin sobrepasar la línea. Si es el afortunado debe volver rápidamente con su grupo evitando ser pillado por su contrincante. Y sino lo es debe pillar al otro y arrebatarle el pañuelo. Gana quien primero lo lleve a su equipo.

El juego de la silla: Al ritmo de la música se baila alrededor de un corro de sillas, cuyo número ha de ser uno inferior al de los jugadores. Cuando se para la música hay que sentarse rápidamente en una de las sillas y quien se quede sin ella, pierde. Se continúa jugando hasta que sólo quede un campeón.

Seguro que si buscas en el baúl de los recuerdos encontrarás estos y muchos otros más. Y para los más pequeños puedes recurrir a algunos de los juegos para bebés de un año, que puedes adquirir en cualquier juguetería. No lo dudes y empieza ahora mismo a recordar con tus hijos los juegos más populares que marcaron tu infancia.



 

lunes, 14 de noviembre de 2011

La nieta hablando con su abuela

A continuación les muestro un pequeño video de mi nieta Natalia , que acaba de cumplir 2 años, hablando conmigo por teléfono contándome que tiene tos, es linda y graciosa verdad?

Cria Cuervos y te sacarán los ojos


Cría cuervos y te sacarán los ojos.


Cría cuervos y te sacarán los ojos es un refrán que contiene una amarga expresión de desengaño.

Nos advierte que la crueldad natural pocas veces se pierde por la buena crianza y disciplina, por lo que no debemos poner muchas esperanzas en redimir con nuestros cuidados y mimos a un espíritu rebelde o malvado.
También nos aconseja no excedernos en la práctica del bien, pues suele ser considerado signo de debilidad. Y genera ingratitud.
Contiene una moraleja similar a la que se desprende de la fábula del escorpión y la rana: que de nada sirve obrar bien con quienes, por su naturaleza, sólo pueden devolverte el mal.
La citada fábula, de origen desconocido pero atribuida a Esopo, dice así:
FÁBULA DEL ESCORPIÓN Y LA RANA

En la orilla de un río vivía una rana muy generosa que ayudaba a los animales a cruzar el río cuando llegaba la época de lluvias y bajaba crecido. Cruzaba a ratones e incluso a alguna nutritiva mosca que no podía volar por tener las alas mojadas. Tal era su generosidad y nobleza, que le impedían aprovecharse de ellos en circunstancias desiguales.
También vivia por allí un escorpión, que cierto día le suplicó a la rana: «Deseo atravesar el río, pero no estoy preparado para nadar. Por favor, llévame a la otra orilla sobre tu espalda» La rana respondió enseguida: «¿Que te lleve sobre mi espalda? ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco lo suficiente para saber que si te subo a mi espalda, me inyectarás un veneno letal y moriré!» El inteligente escorpión le dijo: «No digas estupideces. Ten por seguro que no te picaré. Porque si así lo hiciera, tú te hundirías en las aguas y yo, que no sé nadar, perecería ahogado» La rana se negó al principio, pero la incuestionable lógica del escorpión fueron convenciéndola... y finalmente aceptó.
Lo cargó sobre su resbaladiza espalda y comenzaron la travesía. Poco a poco fue perdiendo el miedo a aquel animal que llevaba sobre su espalda, pero cuando estaban a mitad de camino el escorpión picó a la rana. Ella sintió un dolor agudo y percibió cómo el veneno se extendía por todo su cuerpo. Comenzaron a fallarle las fuerzas y su vista se nubló. Mientras se ahogaba, le quedaron fuerzas para gritarle al escorpión: «¡Lo sabía!, pero... ¿por qué lo has hecho?» El escorpión respondió: «No puedo evitarlo. Es mi naturaleza»





Fuente: 1de3.es

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