Esto no es un cuento, es verídico pasó hace mucho , mucho tiempo.
Cuando mis hijos eran pequeños, vivíamos en un lugar muy bonito, donde todos los días salía el sol y había mucha vegetación.
Un sábado por la mañana nos despertó un fuerte olor a humo; salimos a la calle y nos sorprendimos al ver que el cerco de ciprés de la casa vecina estaba ardiendo. Llamamos a los bomberos y éstos valientes hombres lo apagaron muy rápidamente antes de que se extendiera a nuestra casa.¡ Menudo susto!.
Al día siguiente , (domingo) fuimos como todas las semanas a oír Misa, y, esta vez me acompañó mi hijo mayor que acababa de hacer su primera comunión.
Oímos la misa , mi hijo José muy concentrado, y con mucha devoción rezaba en silencio.
Llegó el momento de la comunión, así que nos pusimos en la fila para comulgar, José iba delante de mi, y delante de él iban dos señoras mayores, que no paraban de conversar mientras caminaban para recibir la Hostia, En eso veo con sorpresa que José , empezó a pasarle la voz a la señora que estaba delante de él con pequeños golpecitos en la espalda, pero la señora ni caso, siguió hablando hasta llegar a comulgar. A mí por supuesto me dio una gran emoción , ver que mi hijo quería hacer callar a esas señoras pues no era propio que conversaran en esos momentos, y me llené de orgullo que un niño tan pequeñito tuviera ese gesto.
Siguió la ceremonia, y no dije nada. Cuando terminó la misa y salimos de la Iglesia, hablé de ese asunto con él, y le dije llena de emoción,” José que querías decirle a esas señoras que hablaban en un lugar inadecuado? “Ya sabía lo qué me iba a decir, pero mi sorpresa fue grande cuando me dijo:” mamá esas señoras estaban hablando del incendio de ayer y yo quería decirles que el incendio había sido al lado de la casa “…¡ Plaff ¡
Y colorín colorado esta historia ha terminado.- Escrito por Maria Luz Novoa
Cuando mis hijos eran pequeños, vivíamos en un lugar muy bonito, donde todos los días salía el sol y había mucha vegetación.
Un sábado por la mañana nos despertó un fuerte olor a humo; salimos a la calle y nos sorprendimos al ver que el cerco de ciprés de la casa vecina estaba ardiendo. Llamamos a los bomberos y éstos valientes hombres lo apagaron muy rápidamente antes de que se extendiera a nuestra casa.¡ Menudo susto!.
Al día siguiente , (domingo) fuimos como todas las semanas a oír Misa, y, esta vez me acompañó mi hijo mayor que acababa de hacer su primera comunión.
Oímos la misa , mi hijo José muy concentrado, y con mucha devoción rezaba en silencio.
Llegó el momento de la comunión, así que nos pusimos en la fila para comulgar, José iba delante de mi, y delante de él iban dos señoras mayores, que no paraban de conversar mientras caminaban para recibir la Hostia, En eso veo con sorpresa que José , empezó a pasarle la voz a la señora que estaba delante de él con pequeños golpecitos en la espalda, pero la señora ni caso, siguió hablando hasta llegar a comulgar. A mí por supuesto me dio una gran emoción , ver que mi hijo quería hacer callar a esas señoras pues no era propio que conversaran en esos momentos, y me llené de orgullo que un niño tan pequeñito tuviera ese gesto.
Siguió la ceremonia, y no dije nada. Cuando terminó la misa y salimos de la Iglesia, hablé de ese asunto con él, y le dije llena de emoción,” José que querías decirle a esas señoras que hablaban en un lugar inadecuado? “Ya sabía lo qué me iba a decir, pero mi sorpresa fue grande cuando me dijo:” mamá esas señoras estaban hablando del incendio de ayer y yo quería decirles que el incendio había sido al lado de la casa “…¡ Plaff ¡
Y colorín colorado esta historia ha terminado.- Escrito por Maria Luz Novoa
1 comentario:
jajajaja, bueno tu niño tiene la naturaleza de comunicarse como su madre, tampoco voy a misa, aunque supongo que se debe ir en silencio y esas viejecillas los mismo querían recibir la hostia para que no les pasara algo parecido, en todo caso tu hijo quizo ser amable al contarle la noticia en primera persona.
un gran relato, felicidades!!!
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