Un consejo de la abuela:
Todos queremos que nuestros niños sean ordenados, tanto para
dejar las cosas en su sitio , como también después para recogerlas.
La idea consiste en hacerles partícipes e indicarles cuál es el lugar adecuado para cada cosa. Así, se debe dedicar un día a cada
zona de la casa y a modo de juego decidir qué lugar concreto será el sitio de
cada cosa, proponiendo ellos mismos los que crean más adecuados (aunque algo
haya que inducirles o guiarles, claro), y aceptando casi todas las sugerencias que
ellos haga
Sentirse responsables y con capacidad de tomar decisiones
importantes para el funcionamiento de la casa es para ellos una motivación
enorme. Por supuesto, no deben faltar los halagos siempre que lo hagan bien.
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