Les voy a contar un cuento instructivo para que tengan cuidado cuando los niños pequeños se quedan solos en la casa:
Mi hermano y yo estábamos solos en nuestsra casa que era pequeña. Mis padres habían salido y me habían dejado al cuidado de mi hermano. Yo estaba haciendo mi tarea mientras mi hermano veía televisión. De repente sonó el timbre: ding dong? ding dong? Mi hermano menor corrió a la puerta pensando que nuestros padres habían vuelto a la casa y abrió la puerta!
En la parte de afuera había un hombre alto que llevaba un impermeable negro y botas de goma negros. Dijo que era un vendedor y preguntó cortesmente si nuestro padre o nuestra madre estaban en casa.
Sin pensarlo mi hermano dijo que no estaban. El hombre muy amablemente nos preguntó si queriamos ver unos libros de historietas que estaba vendiendo. Rápidamente dijo que nosotros no teníamos que comprar nada porque no estaban nuestros padres y no lo haríamos sin el permiso de ellos.
Entonces cuando mi hermano estaba a punto de cerrar la puerta el hombre entró y me obligó a atar las manos de mi hermano con una cuerda que sacó del bolsillo. Me ató a mi también pero yo até las manos de mi hermano de una manera que pudiera desatarse fácilmente, entonces el hombre nos encerró en la cocina.
Prontó el hombre entró a la habitación de mis padres donde podía buscar objetos de valor. En ese momento me las arreglé para enseñar a mi hermano como desatar la cuerda de sus manos. Asi lo hizo y yo corrí al teléfono a llamar a la policia pero no había línea, el teléfono estaba muerto . Las puertas estaban cerradas desde el exterior y yo no tenía las llaves para abrirlas. Por suerte el ladrón se olvidó de cerrar la ventana de la cocina. Mi hermano logró salir por esa ventana y fué a la comisaría a pedir ayuda.
Mi hermano trajo a la policía a la casa y el ladrón fue capturado. Tuvimos que ir a la comisaría a hacer un informe. En la comisaría nos enteramos que el hombre era un criminal que estaba siendo buscado hacía tiempo. En la comisaría nos dieron las gracias por lo que habíamos hecho. Para ésto nuestros padres habían regresado a la casa y les contamos todo lo que había ocurrido. Ellos estaban contentos de que nada nos había pasado pero ésto permitió indicarnos de que nunca debemos abrir la puerta a extraños .
Nos sirviò para aprender esta lección sobre seguridad y responsabilidad.
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