Habia una vez un niño que se llamaba Pepito, él era un niño feliz, le gustaba mucho jugar en el parque con sus hermanitos. Su mamá los llevaba con frecuencia, recomendándoles siempre de que no se alejaran sin permiso, pero Pepito era un poco desobediente y distraído.
Un día fueron muy temprano al parque y su mamá como siempre les recomendó no alejarse de ella. Pepito como era también muy curioso divisó una mariposa y se puso a ir detrás de ella, sin darse cuenta que cada vez se alejaba más y más de su familia.
Llegó un momento en que Pepito se alejó mucho y quiso regresar, pero se había perdido; caminó, caminó, pero en dirección equivocada. En eso divisó una casita a lo lejos muy bonita y se dirigió allá para pedir ayuda para encontrar a su mamá.
Tocó la puerta pero nadie contestó, tocó muchas veces y nadie contestaba, pero en eso se dió cuenta que la puerta estaba abierta y entró, Pepito no sabía donde se había metido. En eso sintió un portazo y la puerta se cerró y se encontró con una vieja de muy feo aspecto que le dijo: "Qué haces acá". Pepito le contó que se había perdido y que quería que lo ayude a encontrar a su mamá.
La vieja que no era otra que una bruja lo tomó de la mano y lo encerró en una jaula. Ella era muy mala, a los niños que encontraba solos los vendía a seres inescrupulosos, ese era su negocio. Pepito estaba en peligro.
Una vez que a Pepito lo metió en la jaula, la vieja lo encerró con llave y puso ésta en su bolsillo y se sentó junto a la jaula. Pasó el tiempo y la vieja se quedó dormida. Pepito estaba desesperado, pero, se le ocurrió estirar su mano lo mas que pudo y llegar al bolsillo de la bruja y sacar la llave. Así lo hizo, pero cuando ya iba a alcanzar la llave la vieja bruja se movió y Pepito no pudo hacerlo.
Esperó otro rato y volvió a intentarlo, esta vez tuvo suerte , alcanzó la llave y sin hacer ruido abrió la jaula y corrió hacia la puerta de la casa y antes de que la bruja se diera cuenta, él ya estaba a salvo. Corrió y corrió en dirección contraria llamando a su mamá, ésta al notar que Pepito no estaba también lo estaba buscando y fué asì que se encontraron.
Pepito abrazó a su mamá y despues de ese gran susto le prometió nunca mas alejarse de ella y obedecer sus recomendaciones, y ..... colorín colorado este cuento ha terminado.
(Maria Luz Novoa)
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miércoles, 19 de noviembre de 2008
viernes, 4 de julio de 2008
Cuentos infantiles: La gallina vieja
Hace muchos años, cuando el niño de este relato tenia 8 años, y lo llamaban Luchito, vivía en una casa que tenía una hermosa huerta, con muchos frutales y tambien muchos animalitos, que a él le gustaban mucho.
Un día le regalaron un hermoso pollito que con el correr del tiempo se convirtió en una gallina, pero sus compañeros de jaula no la querian y siempre peleaban con ella, tanto que la dejaron maltrecha, se le cayeron varias plumas, de un picotón la volvieron tuerta, cojeaba y era la gallina mas fea del corral; pero Luchito así la quería, y siempre el mismo le daba de comer y le puso de nombre :La Vieja.
Pasó el tiempo y un día estaba en la puerta de calle de su casa con sus padres y hermanos y pasó por la acera del frente una señora cargando en sus brazos a una gallina. Esta gallina era tan fea y maltrecha como su gallina. Luchito al ver pasar a la señora con su gallina en brazos, notó que la gallina era igualita a su querida gallina La Vieja, y grito:¡ papá, mamá! ¡Miren a esa gallina igualita a la Vieja. ! Por supuesto que la señora no sabia que en la casa de este niño había una gallina tan fea y se llamaba La Vieja.
La señora escuchó eso y pensó que lo decían por ella, que era igualita a la gallina, y con el ceño muy fruncido apuró el paso y no volvió a pasar nunca más por esa calle.
Y colorin colorado esta historia ha terminado. Escrito por Maria Luz Novoa
lunes, 9 de junio de 2008
Cuentos infantiles: ¡Sorpresa!
Esto no es un cuento, es verídico pasó hace mucho , mucho tiempo.
Cuando mis hijos eran pequeños, vivíamos en un lugar muy bonito, donde todos los días salía el sol y había mucha vegetación.
Un sábado por la mañana nos despertó un fuerte olor a humo; salimos a la calle y nos sorprendimos al ver que el cerco de ciprés de la casa vecina estaba ardiendo. Llamamos a los bomberos y éstos valientes hombres lo apagaron muy rápidamente antes de que se extendiera a nuestra casa.¡ Menudo susto!.
Al día siguiente , (domingo) fuimos como todas las semanas a oír Misa, y, esta vez me acompañó mi hijo mayor que acababa de hacer su primera comunión.
Oímos la misa , mi hijo José muy concentrado, y con mucha devoción rezaba en silencio.
Llegó el momento de la comunión, así que nos pusimos en la fila para comulgar, José iba delante de mi, y delante de él iban dos señoras mayores, que no paraban de conversar mientras caminaban para recibir la Hostia, En eso veo con sorpresa que José , empezó a pasarle la voz a la señora que estaba delante de él con pequeños golpecitos en la espalda, pero la señora ni caso, siguió hablando hasta llegar a comulgar. A mí por supuesto me dio una gran emoción , ver que mi hijo quería hacer callar a esas señoras pues no era propio que conversaran en esos momentos, y me llené de orgullo que un niño tan pequeñito tuviera ese gesto.
Siguió la ceremonia, y no dije nada. Cuando terminó la misa y salimos de la Iglesia, hablé de ese asunto con él, y le dije llena de emoción,” José que querías decirle a esas señoras que hablaban en un lugar inadecuado? “Ya sabía lo qué me iba a decir, pero mi sorpresa fue grande cuando me dijo:” mamá esas señoras estaban hablando del incendio de ayer y yo quería decirles que el incendio había sido al lado de la casa “…¡ Plaff ¡
Y colorín colorado esta historia ha terminado.- Escrito por Maria Luz Novoa
Cuando mis hijos eran pequeños, vivíamos en un lugar muy bonito, donde todos los días salía el sol y había mucha vegetación.
Un sábado por la mañana nos despertó un fuerte olor a humo; salimos a la calle y nos sorprendimos al ver que el cerco de ciprés de la casa vecina estaba ardiendo. Llamamos a los bomberos y éstos valientes hombres lo apagaron muy rápidamente antes de que se extendiera a nuestra casa.¡ Menudo susto!.
Al día siguiente , (domingo) fuimos como todas las semanas a oír Misa, y, esta vez me acompañó mi hijo mayor que acababa de hacer su primera comunión.
Oímos la misa , mi hijo José muy concentrado, y con mucha devoción rezaba en silencio.
Llegó el momento de la comunión, así que nos pusimos en la fila para comulgar, José iba delante de mi, y delante de él iban dos señoras mayores, que no paraban de conversar mientras caminaban para recibir la Hostia, En eso veo con sorpresa que José , empezó a pasarle la voz a la señora que estaba delante de él con pequeños golpecitos en la espalda, pero la señora ni caso, siguió hablando hasta llegar a comulgar. A mí por supuesto me dio una gran emoción , ver que mi hijo quería hacer callar a esas señoras pues no era propio que conversaran en esos momentos, y me llené de orgullo que un niño tan pequeñito tuviera ese gesto.
Siguió la ceremonia, y no dije nada. Cuando terminó la misa y salimos de la Iglesia, hablé de ese asunto con él, y le dije llena de emoción,” José que querías decirle a esas señoras que hablaban en un lugar inadecuado? “Ya sabía lo qué me iba a decir, pero mi sorpresa fue grande cuando me dijo:” mamá esas señoras estaban hablando del incendio de ayer y yo quería decirles que el incendio había sido al lado de la casa “…¡ Plaff ¡
Y colorín colorado esta historia ha terminado.- Escrito por Maria Luz Novoa
miércoles, 4 de junio de 2008
El cuento de Juan bobo
Todas las mañanas , a la hora de levantarse de la cama,Juan bobo le preguntaba a su mamá: "Mamá, ... con qué me levanto con la cabeza o con los pies" y su mamá le decía:con los pies pues hijito... y al rato se escuchaba BOOMM es que Juan bobo como entendía al revés se levantaba con la cabeza y boom se caía de la cama, y todos los días eran así.
Juan bobo tenía una hermanita de 2 años, y un día su mamá tuvo que salir y le encargó a Juan bobo que la bañara con un rico jabón que había en el baño, y se fue muy tranquila a comprar.
Pero saben? Juan bobo como entendía todo al revés, bañó a su hermanita con tierra, le lavó la cabeza con barro, en fín la ensució todita. Cuando su mamá regresó, casi se cae de espaldas al ver a su hijita toda sucia. y resondró a Juan bobo, y éste le dijo, ... pero... mamá si tu me dijiste que la bañara....
Otro día, su mamá compró caramelos y le dió a Juan bobo, y le dijo come hijito, esto te va a gustar, pero saben.... que hacía Juan bobo,... comía el papelito y botaba a la basura el caramelito, porque como ya les dije entendía todo al revés.
Cuando se acercó el invierno la mamá tuvo que volver a salir y le encargó a Juan bobo que vistiera a su hermanita, le indicó la ropita que se debía poner y le dijo que cuando la vistiera la sacara al parque a pasear.
Juan bobo como siempre hizo todo lo contrario, le quitó la ropa a su hermanita y calatita o sea sin ropita la sacó a pasear al parque, cuando llegó la mamá casi se cae de espaldas y resondró a Juan bobo.
Un día llegó a la ciudad un gran médico y la mamá decidió llevar a Juan a que lo curen de su mal, dicho y hecho, el médico curó a Juan bobo y este volvó a ser un niño cuerdo.
Pero como todas las mañanas, le preguntaba a su mamá: ....- mamá con que me levanto con la cabeza o con los pies y su mamá como ya estaba acostumbrada le dijo con la cabeza hijito y esta vez Juan bobo entendió bien y BOOOM se cayó de la cama porque ahora hacía lo que su mamá le decía se levantó con la cabeza. Y asi se dió cuenta la mamá que Juanito estaba curado. y Colorín colorado este cuento ha terminado.
martes, 27 de mayo de 2008
Las tres hermanas gagas
Erase una vez, hace mucho tiempo, 3 hermanas casaderas, que hablaban muy mal, y por esa razón no había joven alguno en el pueblo en que vivían que quisiese casarse con ellas. Como ya estaban pasaditas en edad, la mamá no veía la forma de encontrar algún galán que se casara con alguna de ellas para tener descendencia.
Hasta que llegó al pueblo un joven muy atractivo y la mamá se las ingenió para invitarlo a comer a su casa, pero eso si, les prohibió a sus hijas que hablaran, no debían decir ninguna palabra.
Llegó el día y el joven llegó a la casa a comer, todo estaba muy bien, la mamá todo el tiempo hablaba pero ninguna de las tres dijo palabra alguna.
Hasta que llegó la hora de servir el té, y una de ellas cometió el error de decir " está jerve que jerve la jervedera ( está hierve que hierve la tetera) la otra hermana sorprendida le dijo:¡ No te dijo mi mama que no jablaras! (hablaras) y la tercera dijo ;¡ para eso yo no jablé.!
Y las tres hablaron .
El joven al escucharlas, se despidió y nunca más regresó. Y colorín colorado.... este cuento se ha acabado.
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viernes, 23 de mayo de 2008
El cuento de "pellejo"
Erase una vez, en una casa solitaria, vivia una viejita que no tenía más compañía que la de un perro que se llamaba pellejo.
Una noche se fue a acostar, y cuando se disponía a poner sus zapatos al suelo, vio que debajo de su cama habia un hombre que se suponía era un ladrón
La viejita se asustó mucho pero no hizo notar que se había dado cuenta de tan inesperada visita y, se le ocurrió una idea para salir de tal aprieto.
Subió a su cama y arrodillada empezó a gritar a todo pulmón como si fuese una vieja loca: "Soy una pobre vieja puro hueso y PELLEJOOO! mis brazos son puro hueso y PELLEJOOO!...
Pero sólo era una estrategia para llamar a su fiel y fiero perro. Efectivamente al escuchar su nombre PELLEJO el perro acudió donde su ama y ella aprovechó para indicarle que debajo de su cama había un ladrón. El perro ni corto ni perezoso se metió debajo de la cama y cogió al ladrón del cuello, mientras la viejita llamaba a la policía que no tardó en llegar y agarrar al ladrón.
Es así como el cuento termina y la viejita vivió muy feliz en compañía de su adorado pellejo y colorín colorado este cuento ha terminado.
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