Habia una vez una abuela que quería con locura a sus nietos, eran nueve en total. Pero la tristeza
que tenía la abuela es que los 9 no estaban con ella porque 5 de ellos vivían
en el extranjero y ella no los podía ver sino de vez en cuando.
Cada uno tenia una manera de ser distinta, unos eran
cariñosos, otros un poco mas reservados pero
de todas formas los quería igual a todos.
Un día recibió la noticia
que dos de ellos iban a venir a verla, la abuela no sabía que hacer de tanta alegría, y
quiso que los viajeros lo pasaran lo mejor posible .
Quería darles una sorpresa, decidió hacerles con sus propias
manos algún regalito que les pudiera ser útil así que se le ocurrió
confeccionarles unos juegos de sábanas que con todo esmero y prolijidad las
hizo. Pero para esto no todo fue tan facil porque en pleno trabajo se le
malogró la máquina de coser y perdió
tiempo en arreglarla y los días se acortaban en cuanto a la visita de sus
nietos. Pero trabajando día y noche logró confeccionar los juegos de sábanas que había planeado
regalárselas a sus nietos.
Cuando ellos llegaron, a la abuelita se le paró el corazón
por un momento de la alegría de verlos, ¡ como habían crecido! Estaban lindos y
cariñosos, y cuando la abuelita los llevó a casa lo primero que hizo fue darles
el regalo que con tanto esfuerzo había confeccionado. Ellos se lo agradecieron
con un beso y les gustó mucho el regalo.
La abuelita pasó unos días maravillosos con sus nietos que
no se le olvidarán jamás.
¡ Pero esto no es un
cuento ha sido una realidad !.
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