LA ABUELITA
Aunque parece en su sillón dormida,
la abuela está evocando suavemente
los lejanos recuerdos de su vida.
¡Oh, cómo la contempla enamorada,
(mientras apoya la cabeza blanca
en la nudosa mano fatigada)
la nieta!, y se aproxima, observa franca,
y risueña; después, con dulce acento
del amoroso visionar la arranca:
¿ Hoy no me dices abuelita un cuento?
La abuela piensa. Pasa en la memoria
un cuento, y otro cuento, y otro cuento.
Refiere Barba Azul, sigue la historia
de Alí Babá; desfila el atrevido
Pulgarcito soñando con la gloria...
Las diez canta el reloj. Mezcla el tañido
en el relato su melancolía.
La nieta, poco a poco, se ha dormido...
y la abuelita cuenta todavía.
( Por E. Turini.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario