Había una vez una abuelita que queria mucho a su familia, tenía 9 nietos el mayor se llamaba Luchito, después venía Luciana, después José Renato, Alvaro( vivían en Estados Unidos), José Miguel ,Ana Sofia ( vivían en España), Daniela, Natalia, Estefanía, y Maria Paz. Un dia recibió la visita de sus nietos que vivían en España, ella se puso muy contenta y decidió invitar a todos sus nietos a ir unos dias al campo donde ella tenia una hermosa casita.
Siempre ella y sus nietos salian a jugar al campo, lo que la hacían muy feliz pero una mañana pasó algo que hizo que ella y sus nietos se asustaran mucho.
Estaban jugando a las escondidas y mientras Luchito los buscaba, sintió el llanto de una niña; pensando que era Ana Sofía, miró por donde venía el llanto y encontró una casita pequeña casi totalmente cubierta por las plantas.
Miró por un agujero y vio a una niña muy linda que no dejaba
de llorar. En ese momento llegó Ana Sofía que también había escuchado a la niña
y con su ayuda, Luchito logró subirse
hasta una ventana que tenía barrotes. La niña lloraba sin cesar. Luchito que
era muy bueno le preguntó porque lloraba. La niña entre lágrimas les contó que
se llamaba Anita y que estaba allí porque un hombre y una mujer la habían
llevado a ese lugar donde le iban a dar muchos caramelos pero no la dejaban salir, llevaba allí unos días.
Les dijo también que en ese momento estaba sola porque el hombre y la
mujer que la habían traído habían
salido.
Luchito y Ana Sofía sin pensarlo dos veces decidieron
ayudarla.
Lo primero que hicieron fue ir a la casa y avisar a la
abuelita Sara. Pero antes dejaron señales para poder regresar sin dificultad.
Al enterarse la abuelita Sara de lo que había sucedido,
decidió llamar a la policía y éstos no tardaron en llegar. Guiados por Luchito y Ana Sofía llegaron al lugar y allí
encontraron a la niña que todavía seguía llorando. Pero gran sorpresa esa niña
había sido secuestrada días antes y toda la policía la había estado buscando.
Los policías decidieron tomar presos a esos delincuentes; así
que se escondieron y cuando regresaban los facinerosos los tomaron prisioneros y los llevaron a la
cárcel. Mientras tanto la abuelita Sara dio aviso a los padres de Anita que
presurosos llegaron y encontraron a su adorada hijita sana y salva.
Los padres de la niña quedaron muy agradecidos con los niños
y con la abuelita Sara por haber recuperado a su hijita adorada.
Fue una experiencia terrible para la abuelita Sara y los
niños, pero les quedó claro y la abuelita Sara les recalcó, que no se debe hablar
con desconocidos y menos aún si les ofrecen
regalarles caramelos o juguetes.
Así pasaron los días y llegó la hora del regreso, la abuelita
Sara estaba muy contenta de haber pasado unos días con sus nietos y ellos
felices y agradecidos de haber pasado
una temporada con la abuela.
Y colorín colorado
este cuento se ha acabado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario